Gruñidos y ladridos a desconocidos

Hola foreros!
Tengo una labradora negra de 1 año y 2 meses. Es muy buena, nunca tiene problemas con ningún perro. Casi siempre si duda de su reacción les enseña la barriga para mostrarles sus buenas intenciones. Se excita con facilidad, en parte por su edad. Cuando juega con otros perros si la intensidad del juego es alta, se le eriza el pelo. He visto varios labradores que les pasa lo mismo jugando. La tengo desde que tenia 2 meses y creo que ha tenido una sociabilización correcta. De 0 a 2 meses vivió en el campo, con madre y hermanos, le costó un par de semanas poder acostumbrarse a la ciudad y el piso en el que vive ahora. La saco 3 veces al dia, unos 20 min x la mañana, 30 min al mediodia, y 1h, mas o menos por la tarde-noche.

El problema que tiene está relacionado con el miedo. Por ejemplo: cuando se le acerca alguien desconocido, muchas veces lo rehúye de entrada (insistiendo, siempre acaba "saludando" nerviosamente). Y si se acerca con tonos elevados y diciendo ayy que bonito, entonces, seguro que lo rehuye e incluso puede llegar a ladrarle (sin agresividad, nunca la vi morder por algo que no fuera juego.. pero con el miedo nunca se sabe)! Esto no resulta gran problema.
Me molesta más cuando llega alguien a casa (desconocido), se le eriza el pelo, gruñe y ladra, tampoco excesivamente, pero me gustaria enseñarle que no es necesaria esa actitud. En ocasiones lo ha llegado a hacer a personas desconocidas fuera de casa. Los castigos de cualquier tipo siempre son contraproducentes para corregir estos ladridos y gruñidos.
Me podeis dar algun consejo sobre cómo hacerla entender que no debe ladrar y gruñir? Me podeis hacer entender bien a mi porque lo hace?

Hola leoripoll !!

Perdona el retraso pero no he podido antes por diversos motivos.
El que se erize en esas situaciones es bastante normal, no siempre que se erizan están a punto de agredir como muchísima gente se cree. Que reaccione así en casa y en la calle seguramente se debe a inseguridad o miedo y lo que intenta es que ese estímulo, que no le da confianza, se aleje. En este caso el estímulo que no supera se trata de personas desconocidas.
Lo que intenta tu perra es conseguir más distancia hasta conseguir lo que se llama "distancia de fuga". Se trata de la distancia en la que ese estímulo no le da inseguridad, y para eso muestra una conducta agresiva, que no quiere decir que ella sea agresiva.

Lo que tienes que hacer es trabajar a la distancia en la que se muestre tranquila ejercicios de atención hacia ti, para que poco a poco vaya restando importancia a los desconocidos.

En cuanto se vaya mostrando tranquila debes ir disminuyendo la distancia, siempre verificando que no se vuelve a mostrar insegura.
La velocidad de disminución de distancia te la marcará la perra, unos van más rápidos que otros.

Puedes usar premios, para reforzar cuando se muestra como quieres, o juego para que se entretenga contigo. Siempre dependerá de lo que le guste más a tu perra.

En cuanto a los desconocidos que os encontréis por la calle, no les dejes acercarse a ella, agacharse para mirarla de más cerca, acercarle la mano hasta su hocico, nada de todo eso o seguirá haciéndolo siempre o empeorará.
Lo que deben hacer es ignorarla, que hablen contigo y ella será la que deberá acercarse cuando quiera, y si no quiere no forzarla nunca.

Prueba con todo esto y nos cuentas, ok?

Un saludo !!

Jordi

Gracias por la respuesta. Intuitivamente empecé a tratar el problema de forma parecida a como me aconsejas. Intento desviar su atención, para intentar restar importancia al estimulo que produce el miedo. No tenia en cuenta el tema de la distancia de fuga que comentas y tiene mucho sentido.

En la calle rara vez ladra o gruñe a desconocidos, siente cierta desconfianza, pero no ladra ni gruñe. Eso si, si huele a alguien nervioso (por miedo a los perros), sí le ladra. Tengo costumbre de llevarla suelta y eso es un inconveniente. Creo que una actitud mía ha potenciado esta forma de ser. Al principio, muchos de los que temen a los perros se acercaban a mi, y me exigían de mala manera que atara al perro y mi reacción ante estas personas iba acompañada de rabia y muchas veces subían de tono. Creo que mi perra imita de alguna manera esa actitud. Es curioso porque estas personas antes de que abran la boca para decirme que ate al perro, Tula (mi perra) les ladra. Ahora cuando me encuentro en esta situación lo primero que hago es tranquilizarme yo, ignorar al pesao, y desviar la atención del perro.

Hola Leoripoll !!

Qué tal te va con Tula ?

Has conseguido mejorar con lo que te aconsejé?

Lo que comentas es lo mejor que puedes hacer, es decir, tienes que evitar que esas situaciones sigan ocurriendo. Si siguen repitiéndose a menudo los paseos se convertirán en eso, nerviosismo por parte de las dos, y eso no es agradable para ninguna de las dos.

Salís a pasear y disfrutar de ese paseo, si no fuera así, qué sentido tendría ?

Ya me contarás, un saludo !!

Jordi