Hola Bitxu !! Bienvenido al foro !!
Mi primera pregunta es si ya había mostrado una conducta de este tipo, y si es así en qué situación?
Quizá lleve un tiempo avisando de que algo no le gusta o no le hace estar tranquilo y no habéis sabido verlo.
Las obras en casa seguro que le pueden haber afectado, provocando un nerviosismo que hace que su conducta no sea la de siempre. Eso nos pasa a las personas por igual. Nos afectan los cambios y cuando estamos nerviosos no actuamos igual que siempre: Saltamos a la primera, nos enfadamos más fácil, estamos más irascibles por decirlo de una manera. Siempre según cómo nos afecte esa situación. Como a las personas, a los perros las situaciones y los estímulos nos afectan de distinta manera a unos que a otros.
Para el tema del hijo voy a ser muy directo, porque no sirve de nada disfrazar las cosas y menos en temas tan importantes. No os lo toméis a mal.
Está claro que es un niño y que tiene 4 años. Según las estadísticas, no se puede dejar a un niño a solas con el perro hasta los seis años.
Es cierto que cada caso es distinto tanto por parte del perro, como por parte del niño, como por parte de los padres.
Mi hijo ha crecido con una perra de 40 kg a la que no le gustaban los niños, los rehuía. Mi suegro tiene un Terranova de casi 80 Kg y mi hermano tiene dos Dogos Alemanes de 60 Kg y nunca ha pasado nada. Porqué?.
Pues por la sencilla razón de que se ha estado muy pendiente de todos ellos y se les ha explicado las cosas.
A los perros hay que explicarles las situaciones, presentárselas y que las maduren hasta que las entiendan. Evidentemente hay que hacerlo tratándolos como perros y no como personas ni esperando que lo hagan bien a la primera porque son perros y los perros deben ser buenos y portarse siempre como esperamos.
Hay que tener paciencia y crear un buen vínculo con el niño. Dejar que participen de todo, sin dejar que muestren una conducta sin control es esencial, debemos tener siempre nosotros el control de la situación.
No la puede tener ni el niño ni el perro.
Todos los juegos que me has contado pueden ser divertidos para niños, pero no para los perros.
A los perros no les gusta nada que les persiga un niño ( si no hay creado un muy buen vínculo), ni que les chille, ni que les mojen con objetos (si no quieren), ni que les cojan de la cola, ni que se apoyen y mucho menos que les den manotazos.
Sinceramente, a las personas tampoco nos suele apetecer nada que nos hagan todo eso si no queremos en ese momento. Y ¿cómo suele acabar una situación así con uno o varios niños a la vez? Pues con una bronca por nuestra parte y si continúan, castigándoles (hace unas décadas con un manotazo).
Dices que le recriminas, eso está bien. Pero lo correcto y necesario es que evites que lleguen a producirse esas situaciones y explicarles cómo deben jugar con el perro.
Los perros evitan los conflictos y utilizan "las señales de calma" para comunicarse tanto con los otros perros como con las personas.
Te aconsejo que que te leas el libro de "las señales de calma" de Turid Rugaas. Entenderás muchas cosas a partir de ahí, verás en tu perro acciones que antes se te pasaban por alto y entenderás porqué las hace. No puedo explicártelas porque es un tema extenso y con el libro (de muy fácil lectura) tendrás suficiente.
Seguramente tu perro habrá estado intentando evitar a tu hijo apartándose, metiéndose debajo de alguna silla o mesa, se habrá lamido el hocico, quizá bostezado, rascado o incluso sacudido todo él. Cuando todo eso no ha sido interpretado no le ha quedado más remedio que gruñir para esperar que se cesara en esa actuación. y si todavía se ha continuado habrá podido pellizcar al crío. Que seguramente no le habrá mordido, si hubiera querido morderle no serían heridas superficiales, seguro. Solo ha sido un aviso desesperado para que le dejaran tranquilo. No es un perro malo, no ha querido morder porque sí, no detesta a tu hijo, solo quiere que deje de hacer lo que hacen con él.
Ahí entre vuestro papel de padre y guía del perro. No podéis dejar pasar todo eso ni desestimar vuestra función.
Si corregís todo eso no habrá más problemas, ni con el niño ni con la niña.
El problema está en que no se haga nada y se espere a ver qué pasa, si se repite o no. No necesitáis sacrificarlo, ni castigarle, ni tenerlo apartado de los niños, ni nada por el estilo. Todo lo contrario.
Mi consejo es que creéis una nueva relación niño-perro de modo positivo y le enseñéis al niño cómo debe tratar al perro.
Si no sabéis cómo hacerlo os aconsejo que os visite un educador canino a domicilio y os lo explique.
Espero poder ayudaros, un saludo !!
Jordi